sábado, 25 de junio de 2016

Mi pubertad enredada en un Cassete

Hola de Nuevo
Recordaran que en mi anterior entrega hablaba de mi niñez rodeada de vinilos.
Hoy quiero recordar mi pubertad… en serio? Ok mi Pubertad con música. Mucho mejor.
Como ya les había contado ya conocía algunos grupos gracias a los vinilos, pero comenzando la década de los 90 conocí más grupos, uno de ellos a raíz de una tragedia.
Freddie Mercury, quien era vocalista de Queen partía de este mundo el 24 de Noviembre de 1991. Esto hiso que tanto en la radio como en la TV y en algunas revistas (como la ERES por ejemplo) repitieran una y otra vez la vida y obra de este (para mi) desconocido artista, lo que más recuerdo era que “Bohemian Rhapsody” sonaba una y otra vez.
De ahí que mi afición por ese grupo se incrementara (en otra ocasión les hablare exclusivamente  de ellos, pero hoy quiero hablar de los cassetes.)
Los primeros cassetes que recuerdo haber comprado fueron justamente los Greatest Hits I y II de Queen,  y en una navidad me regalaron el Circo de la Maldita vecindad, por lo que empezaba a conocer también rock en mi idioma (yo tenía recuerdos de los Locos del Ritmo y de las vibraciones del Rock gracias a mi mamá, pero ese será tema de otro día).
Con el tiempo seguí adquiriendo más  cassetes, en esas épocas los encontrabas a muy buen precio en tiendas como Aurrera o almacenes el Sol (allá por los rumbos de Huipulco, al sur de la ciudad), pero lo que más me gustaba hacer ( y si pudiera seguir haciéndolo lo haría) era grabar las canciones que pasaban por la radio.
Por aquellos años escuchábamos Radio Capital, WFM y la naciente Radioactivo 98.5. De Capital escuchaba el Cara a cara (donde ponían 2 o 3 canciones a competir y por medio de llamadas el público votaba por la que querían escuchar) y si ganaba la que me gustaba la grababa. Del 98.5 grabe muchos promos y  juguetes Radioactivos (de los cuales hablare más a detalle en un futuro), y de WFM además de algunos promos como el “Juego del Coyote” con el Burro y Esteban (antes de que este se hiciera un fanático religioso), el pavo asesino (que revivieron hasta que harto) y sobre todo la programación del domingo que se llamaba “Two by TWo”. Era una programación sin locutor en la que durante todo el día domingo se ponían 2 canciones seguidas de un solo artista. De repente ponían a fey y esas cosas, pero ya entrada la tarde podían poner a Hendrix (que yo no sabía que era Hendrix pero me gustaba) o a Clapton (de igual forma) pero había a quien si conocía, recuerdo que podían poner Plush/Interestate Love Song de Stone Temple Pilots o Daughter/Jeremy de Pearl Jam.  Las combinaciones eran infinitas y las que me gustaban que no alcanzara a grabar, al domingo siguiente la esperaba.
De esta época grabe muchísimos cassetes, que luego intercambiaba con mis amigos del CCH y después de la Facultad, donde también a mí me prestaban cassetes y por eso entonces mi  acervo (y mi curiosidad) se hicieron más y más grandes.
Recuerdo a 2 amigos entrañables (Noé y Dante). Noé me hacía favor de grabarme sus discos en cassetes (el Güevo alternativo aun lo tengo) y Dante me prestaba los suyos, entre estos recuerdo el No code y el VS de Pearl Jam. Grandes memorias y muy buenos recuerdos.
Y claro, mi hermana (a quien también le gustaba la música) también tenía su amplia (y muy variada) colección de cintas, entre los que estaban el Nevermind y el In Utero de Nirvana, Out of time y Monster de REM, el MCMXCIV de Enigma, aunque también tenía una que otra aberración como el Crossroads de Bon Jovi y uno de los New kids on the block del cual hasta su playera tenia, pero eso es otra historia.
Con el tiempo estas cintas se fueron haciendo obsoletas gracias a la llegada del CD ( y sobre todo de los reproductores portátiles de estos ,los Discmans,  los walkmans ya existían pero poco a poco se fueron olvidando) y también por la utilidad que tienen los Discos, no tenías que aflojar la cinta si se atoraban o adelantarla para escuchar alguna canción, los discos te daban la libertad de escuchar cuantas veces quisieras tus favoritas y en calidad digital (calidad que después el MP3 acabaría con ella y que el vinyl en su segundo aire vino a rescatarla).
Al igual que con los vinilos, mucha de esa música se quedó en cassetes, ahora gracias a la tecnología es factible recuperarla, aunque la magia del cassete perdurara por siempre.
Ahora cada vez que visito algún mercado de chucherías trato de buscar esas cintas (y vinilos) perdidos y darles un lugar especial entre mi colección. Entre lo que eh podido rescatar están el Balance de Van Halen, el Purple de Stone temple Pilots y el Get a Grip de Aerosmith.
Ustedes recuerdan alguno? Aun lo conservan? Me gustaría saber de el
Hasta la siguiente

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